El Hombre siempre ha buscado la manera de ser escuchado por su creador, y generalmente desconoce su capacidad de hacerlo a través de quienes están dedicados a cuidarlo y ayudarlo desde su creación. Los Ángeles son los mensajeros que DIOS colocó entre Él y nosotros para simplificar todo y así ser testigos de su amor.
lunes, 30 de julio de 2012
MI ANGEL HAHAHEL
Angel Guardián: Hahahel
GENIO NUMERO: 41
Se sitúa en la esfera de Tiphereth.
SIGNIFICA: "Dios en tres personas".
ESENCIA QUE APORTA: Sacerdocio. Consagración a Dios.
Fecha en la que rige: 12 al 18 de octubre
Jerarquía: Virtud
Planeta que rige: Júpiter
Color: Azul
Metal: Estaño
Piedra: Zafiro
El ángel o genio 41 representa el primer día después del gran cambio, el principio de una nueva etapa y como tal representa el agradecimiento a Dios así como consagrar ese día del cambio a él.
También lleva en su esencia el amor de Cristo, amor universal por la humanidad. Este amor lleva al desprendimiento de todo, la renuncia a si mismo por los demás, cuando nos relegamos a los últimos lugares por los demás y después ellos devuelven a ese ser su gloria y sitio de esplendor.
Esto se resume en aquello de "los últimos serán los primeros". Hahahel permite apoyar a personas que desfallecen espiritualmente, aporta nuevas energías y esa puede ser una de las capacidades de los individuos influenciados por él.
Protege contra los enemigos de la religión y la calumnia. Por supuesto ejerce influencia sobre todos aquellos relacionados con la religión, sacerdotes, misioneros.
Los nacidos bajo esta influencia se distinguirán por la grandeza de su alma y energía. Posiblemente se dedicarán a Dios en cuerpo y alma incluso pasando por un martirio y con martirio no se refiere a la representación clásica de éste, ellos están dispuestos al amor al hombre y a Dios incluso por encima de burlas, calumnias, etc.
Oración
HAHAHEL, Transmíteme, Señor, tu aliento,
con la fuerza implacable de quien da un hachazo,
para que tu mensaje penetre en mí
violentamente,
y no pueda perderse ni una sola gota de ese Amor
en mundanos devaneos.
Ayúdame, para que ese Amor que de tí recibo,
vuelva a las fuentes primordiales
enriquecido con mi propio amor humano,
tejido de obras y sacrificios.
Permíteme, Señor, ser el gran protagonista de tu pureza
y no toleres que mis labios exijan de otros
aquello que yo mismo debo restituirte.
Manténme, Señor, atado a Tu Luz,
para que pueda ser, en todo momento y en todo lugar,
tu perfecto misionero.
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